La abuela cuenta que una de mis
primeras palabras fue ´´grybas´´, que significa seta; y la aprendí para pedirle,
cuando ella hacía. Me paraba a su lado y con una mirada suplicante, mirando de
abajo para arriba, no paraba de implorar ´´más setas, más setas, más setas!!!!´´. Ella
colocaba un platico sobre la silla e iba poniendo en él pedacitos pequeños de hongos…
Cuando crecí, me apasioné no solo por los platos a base de setas, si no por el
proceso completo, desde recogerlas y hasta
prepararlas. Muchos fines de semana hemos pasado Jurate y yo caminando los
bosques. Nos hemos perdido, ya pisé una víbora…nada de nada afectó esta pasión.
Papa, esperando nuestras visitas, el día
anterior rastreaba los bosquecitos de alrededor, marcaba y escondía los lugares, donde
encontraba creciendo los boletus y
después nos invitaba a buscarlos, llevando al lugar exacto…como por casualidad
mandaba levantar una hoja de arce en un bosque de pinos J,
y que casualidad!!!!! Debajo de ella se escondía toda una familia de setas!!!
Desde luego, fuera de Lituania,
por setas voy…a los estantes de supermercados. No hay mucha elección, pero vale
todo para matar un antojoJ!
Ingredientes
3 dientes de ajo
Perejil, sal y pimienta al gusto
Lavamos los shiitake, quitamos los
piecitos y picamos las cabecitas. En una
sartén ponemos la mantequilla ghi, picamos
los dientes de ajo en láminas y ponemos a freír. De papel aluminio hacemos un sobrecito,
ponemos dentro los shiitake, encima echamos los ajos con la mantequilla, la
sal, la pimienta y el perejil picadito, cerramos el sobrecito y por 15 minutos
llevamos al horno precalentado previamente a 200 ° C.
Quedan mmmmmmmmm!!!!!
Espectaculares! Sabrosos! RICOS! Se puede comer como entrante, pero a nosotros
nos gusta más, como acompañamiento al risotto… Es como para comer comer comer…y
llorar por más…
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