lunes, 30 de septiembre de 2013

Ñoquis


Cuando me preguntan, cual es el producto que más se come  en Lituania, siempre siempre siempre nombro la patata. No creo, que comamos  más que los peruanos, pero casi casiJ. Y no compramos por kilogramos, si no por quintales, y guardamos desde el otoño hasta el verano… y si se acaba antes…se forma una tragedia familiar, razón de grandes malestares. La patata está sempre presente, es como el ``pan de cada día``. Y durante muchos años fue mi plato preferido….kefir y patatas hervidas con eneldo. Todavía hoy no he comido nada más rico, que las patatas asadas en la fogata, aquel 1 de enero, con la nieve hasta las rodillas.  Solo patatas, mantequilla y sal.

Tenemos mil maneras de hacerlas. O mil y una. O más todavía… Pero hoy hice de una manera que no es lituana. No entiendo por qué? Deberíamos nosotros haber inventado los ñoquis. 

La primera vez los comí en Argentina, en la casa de un amigo de la familia. Ufffff, como me gusto! Solo que en la mesa éramos muchos… y me daba tanta vergüenza estirar la mano por más… Compórtate, muchacha! Aquella vez me quedé con ganas de seguir comiendo, no por hambre,  sino por gula,  influenciada por muuuuuuuchoooooos años de ayuno obligatorio cubano, impuesto por la ley a todos los que no pertenecíamos a la familia gobernante (como se preocupaban por nuestras líneas, tayas y metros de tela para la ropa!!!!!! Mas flacos, menos material…jajajaja). Y cuando dejamos de vivir según sus leyes, el trauma siguió acompañándonos por unos cuantos años más.

Ingredientes:
1 kg de patata
250 gr de harina
2 huevos
Sal a gusto
Harina para espolvorear la mesa


Primero debemos elegir las patatas. En mi casa hay siempre. Si se acabasen…no sé, habría problemas (tengo el mal hábito de comprar más, antes de que se me acaben). Así que yo elegí aquellas…más viejas. Por una simple razón, porque para los ñoqui las patatas deben ser lo más secas posible. Herví con cascara y un puñado de sal, por esta misma razón. Cuando se enfriaron lo suficiente, para pelarlas sin quemarse las manos, las pelé e hice puré, con unos pocos movimientos de machacador de patatas. Eso es muy importante, mientras menos trabajaremos con el puré, menos almidón se liberará y menos pegajosa se pondrá  la masa.  Agregué los huevos, la sal y la harina y envolví bien. Eso mismo, lo envolví, no amase. Espolvoreé la harina sobre la superficie de la mesa, donde iba a preparar los ñoquis, puse la masa, volví a mesclarla un poco,  hice cuatro bolas de masa y las enhariné. Después hice tiras y con un cuchillo corté los pedacitos de un centímetro más o menos. Podemos dar forma con tenedor, con rallador de patatas…o sencillamente hacer bolitas y aplastar con un dedo. Yo probé de varias formas.

Para cocinarlos los echamos en el agua con sal hirviendo y los dejamos hasta que suban a la superficie. Dejamos cocinándose por uno – dos minutos más y los sacamos con una espumadera.

Servimos con….lo que nos apetezca! Son universales. Puede ser el plato principal y acompañamiento. Puede ir con salsa de tomate, crema de leche, yogurt, mantequilla y crema agria…queso parmesano rallado o queso fresco.  Yo me serví con el yogurt griego. Mi marido con la carne picada y el queso parmesano rallado. Quedaron maravillosos. Suaves, blanditos, se desasían en la boca. Mmmmmmmm. No entiendo, por qué no somos nosotros que los inventamos?


jueves, 26 de septiembre de 2013

Pastel de semillas de amapola


Dulces de semillas de amapola para lituanos…es como pastel de nata para portugueses, roscón para españoles, flan para cubanos…es de toda la vida y para siempre…es amor a primera vista y a primera dentada, es navidad y pascua…es bodas y bautizos. Nos acompaña en todas y cada una de nuestras fiestas, conmemoraciones…y tasecitos y cafecitos.

El cumpleaños pasado de mi chiquita, la regale dos libros de cocina de Beata Nichalson. Son maravillosos…al honor de la verdad no fui tan tan así…primero abrí mi ¨cajita de levantar autoestima¨ y  dije que eligiera lo que quisiera. Pero ella me desarmo con su respuesta simple y lógica…

-Si yo no uso esas cosas…no quiero…

Y siguió listando los libros de cocina, que tengo un montón, puñado, burujón.  Allí medio avergonzada pregunté, si quería alguno. Ella me miró con los ojos grandes, incrédulos:

-Me regalarías?

-Los que quieras!

-Este!- levanto el de Beata.

-Llévate ambos.

-Yes!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y desde que se fue para Madrid no deja de usarlos.  Alegrando los paladares de familia, amigos y compañeros de trabajo. Me siento más que feliz por haber acertado en su regalo.

Y el finde pasado, mis dos lituanas madrileñas, conmemorando…sábado y domingo, dos días de descanso, tiempo bueno, sol brillante  y tantas otras cosas buenas, que nos pasa de a diario hicieron pastel de amapolas del libro regalado. Y, claro está, me mandaron las fotos…para el disfrute y envidia…ya hare yo también un día!
Ingredientes:
300 gr de semillas de amapola
8 huevos
400 gr de azúcar
200 gr de pan rallado
1 cucharita de canela
1 cuchara de vainilla
750 ml de natas de 35% o más
500 gr de azúcar
Almendras en láminas para adornar

Primero: lavamos bien las semillas de amapola con agua fría, después al recipiente donde están agregamos agua hirviendo y dejamos por algunas horas. Mejor hacer eso por la noche y dejar hasta la mañana siguiente. Luego vertemos en el colador para que queden más secas posible y molemos con la máquina de moler carne o con el procesador de alimentos.

Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con 100 gr de azúcar hasta que se pongan blancas y por lo menos doble su volumen y juntamos suavemente con la pasta de semillas de amapola, pan rallado y canela. Batimos las claras con 300 gr de azúcar y con mucho cuidado juntamos a la masa. Echamos la masa en la bandeja para tartas y horneamos a 180° C por 45-50 minutos (depende del horno, siempre, para saber si ya está, revisen con un palito de madera).

Las natas con azúcar restante y vainilla colocamos en el fuego y, siempre moviendo, dejamos que se diluye el azúcar y la crema adquiera un color amarillento, pero sin ponerse espesa. Con la mitad de crema humedecemos la panetela. Otra mitad volvemos poner en el fuego y calentamos hasta que se ponga espesa y adquiera color de caramelo. Cuando ya esta, dejamos enfriarse un poco y ponemos sobre nuestro pastel. Adornamos con las almendras laminadas.

Pastel es PERFECTO! Ya había comido un pedacito, que viajó hace unos meces de Almorox para Lisboa. Estoy buscando el momento propicio para hacerlo. Es que da como para vente comensales….y nosotros en casa somos….bueno, no somos venteJ.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Pechuga de pollo al pincho




Ingredientes:
500 gr de pechuga de pollo picada en trozos medianos
1 pimiento verde
1 cuchara de aceite
2 cucharas de salsa de soya
Sal, pimienta, semillas de mostaza trituradas, cardamomo molido, comino, pimentón ahumado y tomillo al gusto
2 cucharas de mantequilla ghi para freír.

             Hacemos el marinado juntando aceite, salsa de soya y todas las especiarías y dejamos marinarse nuestra carne por lo menos un par de horas. Yo lo hice el día anterior y guardé en la nevera.

            Picamos el pimiento en trozos medianos y ponemos en los pinchos alternando con la carne marinada.

            Freímos en una sartén por todos los lados. Yo hice en el fuego alto, para que la carne se tostara y después de apagar el fuego deje dentro de la sartén tapada unos cinco minutos más. Así carne quedó bien hecha, suave y jugosa.

            Serví con arroz blanco y ensalada. Da para dos porciones grandes….o tres normalesJ.

 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Merenguitos, que no quisieron ser macarons



Hace un par de meces compre un libro. Uno más. MACARONS de Annie Rigg. Leí la receta básica unas cuantas veces… no encontré nada de nada, que me hiciera dudar de mis capacidades de hacer este manjar francés a la primera vez! Yo puedo! Como todo! Solo tenía que inventar en que utilizar las yemas. Todo pasó de la manera más natural. Un día hice los pasteles de nata…quedaron las claras…y al otro día subí las mangas y me puse a trabajar. Batí, mezclé…todo como debe ser… todo con peso cierto… hasta pinte las bolitas en el papel de hornear, para que salieran mis macarons perfectos….solo que ellos se rieron alto de mis buenas intenciones y me sacaron la lengua, espere que se pusieran sus sayitas, pero creo que hicieron una reunión entre todos y decidieron, que una saya es el atributo escoses y ellos son franceses orgullosos…y salieron tipo merenguitos, solo en sabor se diferencian y son espectaculares, como cualquier macaron.

Así que estábamos mi marido y yo, como vitaminas, de a uno por día, comiéndolos todas las noches, para endulzar los sueños. Sin tomar en cuenta ni contar a nadie mí gran fracaso.

Ayer, entre llamada y llamada a mis hijas, que se pasaron el fin de semana juntas, y yo muriéndome de ganas de estar con ellas, decidí alegrarme un poco la vida….y vean lo que me salió:
Ingredientes:
3 merengues, que no quisieron ser macarons
50 gr de queso fresco batido
Unas frambuesas
Chocolate rallado

Para primera capa puse merenguitos, después queso, después frambuesas, que las tape con un poco más de queso, adorne con frambuesas y chocolate rallado.

Y volvi hacer…y volvi hacer…mmmmmmmmmmmm, perfecto….hasta la vergüenza de haber fallado se me quito.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Pastel de requesón


                     ¡Adoro el  requesón!  Nunca me canso ni de la leche, ni del queso fresco. Aprendía a usarlos de mil y una maneras, ya  desde la infancia. Recuerdo a mi papá comiendose un plato de requesón con leche… y pan con mantequilla y queso fresco…todo hecho en casa…J. Recuerdo los cubos de leche fresca, y como mi hermana y yo corríamos a esconderse, cuando mamá nos quería obligar a bebérnosla. Y también me recuerdo, con qué gusto y placer tomábamos fría, de la nevera, cuando se asentaba y se quitaba la nata. Y sed también se quitaba con un vaso de leche fría.

Ingredientes
400 gr de requesón
250 ml de yogurt natural
3 huevos
100 gr de sémola de trigo
150 gr de azúcar
1 cucharita de bicarbonato
1 cuchara de vainilla
Pisca de sal
2 cucharas de coco rallado
2 cucharas de mantequilla ghi

               Precalentamos el horno a 180° C.

                 Batimos bien bien los huevos con sal y azúcar, hasta que la masa se ponga espumosa y aumente su volumen por lo menos el doble. En otro recipiente batimos el requesón con el yogurt, agregamos la sémola, el bicarbonato y la vainilla, seguimos batiendo por un minuto más. Después al recipiente con el requesón poco a poco agregamos los huevos batidos, envolviéndolos uniformemente. Untamos la forma de hornear con mantequilla y espolvoreamos con el coco rallado. Vertemos la masa en la forma y horneamos por una hora. Yo antes de apagar el horno, siempre verifico si mi pastel ya está listo con un palito de madera perforando en el centro.  No todos los hornos son iguales, tampoco hornean de igual manera.
                   Serví con dulce de mirtillo. Comimos ayer de postre...hoy de desayuno...y cada vez que paso por la cocina me tienta ¨ven, prueba outro pedacito más...disfruta la vida...¨ ¡Soy fuerte!...¿De verdad?

                  ¿Saben por qué en algunos pasteles se usa levadura y en otros  bicarbonato?

-Bicarbonato se utiliza en los pasteles donde uno o varios de los ingredientes tienen ácido (como por ejemplo en el de requesón, que usamos yogurt y requesón). Bicarbonato en seguida reacciona con el ácido, por eso no podemos demorar en hornear el pastel, si no, la reacción se acaba antes que el pastel levanta.

-Levadura en polvo ponemos a los pasteles cuando no utilizamos ingredientes ácidos, cuando nuestro líquido es, por ejemplo, leche. Si en estos casos pusieramos bicarbonato de sodio, al no haber acido no se produce la reacción química que necesitamos, y al final tendríamos un pastel duro con  sabor a bicarbonato.

-Si cambiamos alguno de los ingredientes de la receta original, siempre tenemos que tener en cuenta esta regla y usar el producto adecuado para lograr  un pastel esponjoso y suave y evitar el desagradable sabor a bicarbonato.

-El bicarbonato es cuatro veces más fuerte que el polvo de hornear. Por esta razón al cambiar uno por el otro debemos hacer las cuentas y usar la cantidad adecuada.


martes, 17 de septiembre de 2013

Curry de conejo


Nunca había hecho conejo al curry. Pollo, si. Pavo, si. Pero conejo no. Y como en la nevera no queda otra cosa, que no fuese eneldo y quesitos de chocolate y requesón lituanos, pan irlandés…y salmón norueguês (en qué idioma se hablaran allí dentro?) y, claro, medio conejo portugués, le tocó a este  prestar sus últimos servicios para el bienestar y subsistencia de nuestra familia. Mi mama hacía conejo con zanahorias (hasta en la olla son inseparables!) y natas, mi suegra hace al cazador (emborracha con vino tintoJ), yo hago de dos maneras. Ahora de tres.

Ingredientes:
½ conejo picado en trozos pequeños
2 cucharas de curry
1 cuchara grande de garam masala
1 cucharita de pimentón ahumado
½ cucharita de azúcar
1 cebolla grande o 2 medianas
4 dientes de ajo
3 cucharas de mantequilla ghi
3 cucharas de pasta de tomate
2 hojas de laurel
300 ml de leche de coco
150 ml de yogurt
Zumo de ½ limón
Sal, pimienta y picante al gusto.

           A fuego lento sofreímos la cebolla en la mantequilla ghi, cuando se pone traslucida agregamos el ajo y seguimos sofriendo por un minuto más, después agregamos la mezcla de curry, garam masala y pimentón dejando en el fuego medio minuto más.  Luego le agregamos la leche de coco, el yogurt, la pasta de tomate, el azúcar, el  laurel y dejamos que hierva. Regulamos la sal, agregamos el conejo y llevamos al horno precalentado a 200° C por una hora. Antes de servir eché el zumo del medio limón y mezcle bien.
            En casa por falta de una…tengo tres ollas de hierro fundido…para cualquier ocasión.  Me gusta,…no,… me encanta!!! cocinar en ellas. Creo, que la comida queda mucho más sabrosa, cocinada uniformemente. En ellas puedo hacer el plato desde el inicio hasta el final, frio, sofrío, cocino, horneo… Y el curry desde siempre hago en una olla así. Después del fuego, a pasito de vals un dos tres, un dos tres, se va para el horno sin perder una pisca de sabor, olor, calor! La tapa pesada no deja evaporarse al caldo, por eso no hace falta agregar más liquido además de la leche de coco y del yogurt. Me gusta tanto, que se lo regalé por las  navidades de año pasado a mi suegra y a Evi, fueron dos cajas sorpresas pesadísimas. Ya se imaginan que llevaban dentro.
           A lo que iba… conejo quedo mmmmmmm. Suave, suculento, sabroso; curry -  espeso y delicioso, con el sabor bien pronunciado, pero no demasiado fuerte. Exactamente como me gusta. Y a mi marido querido tambiénJ. Me gustó mucho más que el de pollo, porque única grasa que tenia, fue mantequilla ghi del sofrito, que dio al sabor un toque lejano a nuez. Espectacular! Si les gusta más picante, se puede agregar unas gotas de salsa tabasco. Pero para mí picante - es México… Fuera de México adoro disfrutar otros sabores…
            Da para tres porciones...dos grandes para el degustador principal, y una pequeña (hasta servida en el plato de postre) para mi. Se sirve con el arroz blanco.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Curry


El curry es una mezcla de varias especias muy usada en la cocina indiana en particular y en la asiática en general. Hay tres variedades de curry: curry amarillo, curry verde y curry rojo. Pero la única usada en mi cocina es la variedad amarilla, que debe su color al elevado porcentaje de cúrcuma. Por general curry incluye cúrcuma, jengibre, comino, pimentón, pimienta negra, cardamomo, canela, clavo, granos de mostaza en diferente porcentaje.  Por tanto las propiedades medicinales del curry incluyen las propiedades de todas estas especiarías:

Cúrcuma: antioxidante.

Jengibre: acción antioxidante, ayuda prevenir las enfermedades cardiovasculares, ayuda en dietas para bajar de peso, activando la termogénesis del cuerpo, transformando parte de las calorías presentes en los alimentos en calor, mejora el riego cerebral.

Clavo: ayuda aliviar los síntomas de menopausia, de aterosclerosis y disminuye los niveles de colesterol.

Pimientas: antioxidantes, purifica la sangre, se utilizan en los tratamientos de la obesidad (activando la termogénesis del cuerpo).

Canela: Digestiva y antioxidante, ayuda controlar la presión sanguínea, alivia síntomas de menopausia, es afrodisiaca.

Comino: diurético, ayuda en los tratamientos de flatulencia (gases).

Cardamomo: antioxidante, estimulante digestivo.

Cilantro: antioxidante, ayuda a los tratamientos de la ansiedad, suprime el apetito.

Además curry previene la diabetes tipo II e incluso la obesidad, al acelerar ligeramente el metabolismo.

En la actualidad se estudia la posible utilidad del curry como preventivo del alzhéimer y algunos tipos de cáncer.


Uf… es una mezcla de especias maravillosa y es para usar, en todo! En casa hacemos pollo al curry, arroz de cúrcuma, mi prima Jurate hasta en los pasteles de requesón la pone…dice que es más rico y se ve más apetitoso ;). No probé, pero ella nunca habla por hablar, así que si dice, sabe de que se trata!

Crochet irlandés


¡Me gusta hacer cosas bonitas! Disfruto inmensamente. Y no sé que disfruto más, el proceso de trabajo o el resultado. A veces, creo que el proceso me envuelve tanto, que se me olvida mundo a mí alrededor…. Y como al final tengo la obligación de recordar…  a veces se queda mi trabajo aparcado por algún tiempo:).


No recuerdo bien, pero creo que tenía unos once años, cuando mi mamá me compró mi primera máquina de coser, y también unos veinte metros de lino. Me senté delante de la máquina con la tarea de convertir aquella tela en fundas y sábanas. Era obediente…uf…ahí fue cuando aprendí  a hacer costuras rectas. También aprendí  a no tener miedo a enfrentarme a cosas desconocidas. Sola, con la ayuda del librillo de instrucciones, porque nadie más podía enseñarme.

Así nacieron alfombras tejidas y bordadas, adornos de macramé, vestidos para mis hijas y para mí. Ellas todavía recuerdan las mariposas y florecitas en las blusitas, hechas deshilando camisas viejas de su papá. Así aparecieron bandejas y relojes con decoupage, coquetas decoradas y mil cosas más. Me gusta! Seguramente en alguna de mis vidas anteriores fui artesana, jajajajaja…
 
Al inicio de verano descubrí “crochet irlandés”. No creo que es muy muy irlandés, pero es precioso a morir. Me gustó tanto, que pasé días enteros navegando por los océanos de internet, buscando ideas, instrucciones y toda la información que se puede encontrar, hasta que llegue a puerto seguro, y me puse a trabajar.

 

Al ver guirnaldas de flores tan bonitas, tan volátiles, ligeras como una pluma, lo primero que piensas, es que es fácil, rápido y se hace en un dos por tres….trabajé un mes diez horas diarias…me olvidé del mundo, del verano, del calor y sol, de comer y de pasear….de todo… Faltaba casi nada, ya ya se vislumbraba el final… pero el tiempo no perdona, de tanto esfuerzo diario empezaron doler las articulaciones de las manos.


Parece que no solo yo estoy desesperada por ver el resultado, porque ayer mi querido marido fue a la farmacia y me trajo medicamentos para curar mis articulaciones, jajajajaja…tratamiento para un mesJ. Así que dentro de cuatro semanas ya no debe quedar razón alguna para seguir posponiendo el gran final ;) …Tendré que terminar. Casi todo que hago lo regalo; este “trabajillo” seguramente también será regalo para alguna de mis hijas. ¡Qué suerte la de ellas!

 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Pastel de nata

 


              Pasteles de nata en Portugal…es tradición centenaria, es…como aceite de oliva, vino, sardinas y bacalao. Es Portugal. No hay cafetería en el lugar más recóndito, que no los venda. Todos son especialistas en comerlos…más o menos quemaditos, calientes o fríos, espolvoreados con canela y azúcar, o sin nada.

La semana pasada fui a pasear a Belem, y claro está, fui a comer unos pastelitos de Belem. Son únicos, su receta secreta los hace más deseados. Creo que el secreto está a la vista de todos. No sé  la receta, pero el hecho de hornearlos  y a unos minutos servirlos a la mesa, todavía calientes,  da una ventaja enorme a pastelería.  Decidí hacer en casa…probar hacer en casa…



Ingredientes:
400 gr de masa de hojaldre,

Para la crema:
400 ml de natas
150 gr de azúcar
6 yemas de huevo
2 cucharas rasas de harina
1 cucharita de vainilla
Raspa de un limón

Para la crema batimos bien el azúcar y la harina con las yemas de huevo, agregamos natas, vainilla, batimos unos momenticos más y ponemos a la candela. Siempre mezclando, esperamos que empiece a hervir, apagamos el fuego, agregamos la raspa de limón y dejamos para que se enfríe.  

La masa de hojaldre enrollamos y cortamos en diez pedacitos iguales. Con ellos forramos diez formas para pasteles. Después cada formita rellenamos con la crema y ponemos  en el horno, previamente precalentado a 260 ° C. Así mismo es! El horno debe estar muyyyyyy caliente. Se hornea durante media hora….también depende del gusto, si por acaso les gusta quemados…dejen más. A mí me gustan hechos, pero sin el ´´gorrito´´ negro.   Quedaron SABROSOS!!!!!!!!! La masa crujiente, crema suave, pero firme, excelentes….Consejo: dejen que se enfrían un poco, porque las quemaduras de boca duelen…les dijo por experiencia propia…jajaja

Bueno…ahora  lo que realmente me importa… hice cuentas… y los pasteles, cada uno, tienen 377,5 kcal!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Es la cena…por lo menos en calorías es mi cena. L

lunes, 9 de septiembre de 2013

Almejas a Bullão Pato


No siempre lo sencillo es genial, pero casi siempre lo genial es sencillo! Las almejas a Bullão Pato son así, sencillo y genial. Comíamos solo en restaurantes. Siempre pensé, que para hacer en casa necesitaría algún ingrediente secreto, que las hace tan tan tan…irresistibles, sabrosas, perfectas a la vista, olor y sabor...tan….todo.  Hasta que un día decidí comprarlas y a ver…como sale.

Ingredientes:
1 kg de almejas
6 dientes de ajo
¼  taza de aceite
½ taza de vino blanco
Cilantro, sal y pimienta al gusto
 
En una sartén con bordes altos ponemos aceite y unos ajos cortados en finas láminas. Sofreímos a fuego lento, para que el ajo no se queme. Agregamos las almejas, el cilantro picado, sal y pimienta, tapamos  y dejamos cocinar por unos 10 minutos, sacudiendo la sartén a cada rato, hasta que se abran todas las conchitas. Al final agregamos el vino blanco. Yo saqué las almejas para una fuente y dejé la salsa por un par de minutos más en el fuego, para que se evaporase bien el alcohol y bajase un poco la cantidad. Después eché la salsa sobre las almejas y serví con unas rodajas de limón y pan (para mojar en la salsa J).

La nota máxima que mi marido da por mis cocinados es, cuando dice ´´puedes volver hacer´´. Entre bocado y bocado, entre ´´mmmmmmm´´ y ´´bom´´ fue repetido unas cuantas veces ´´puedes hacer todos los días, si quieres´´. J ¿Eso es cómo? ¿Seria 10+?

No sirve  para comida o cena (como pepitas de girasol, puedes comer y comer…y seguir comiendo), pero sí que es una entrada o un aperitivo espectacular!  

Pastel de requesón y arroz



A veces peco de ingenuidad. Tanto es así, que puedo preguntar por la receta de algún plato sabroso en el restaurante donde lo he comido….y no entiendo porque me miran com  ojos redondos de sorpresa o hacen como que no han entendido de qué se trata… La primera vez me paso en el hotel Cuatro vientos en Santa Lucia. Con el rizzotto. Nunca lo había probado. El arroz para mí era un mal inevitable. Algo para matar el hambre. Solo eso. No sentía ningún placer al comerlo.  Si lo hubiera podido evitar, nunca lo hubiese comido, pero en algún momento determinado de nuestras vidas tuvo una presencia diaria…arroz y frijoles…frijoles y arroz. Aquel día fue…como si estuviera dentro de un palacio con las luces apagadas y de momento, cuando ya estaba desesperada y agobiada, y cansada, y llena de moretones de tanto tropezarme se encendiesen de una vez mil candelabros y en un segundo me diese cuenta de la belleza y la riqueza que me estaba rodiando todo este tiempo.  

Pase tres días dandole vueltas al chef italiano del restaurante…mandando mensajes con el gerente, el comercial, los representantes… pero él estaba como el último mohicano…  no cayo ni ante  los pedidos, ni ante  las súplicas, ni ante  las instrucciones…


Otra vez vi la mirada asustada de una camarera en la cafetería Nica, cuando pedí la receta del pastel de requesón y arroz. Esta vez ni suplique, ni repetí el pedido…fui a casa a tratar de encontrar mi propia receta. Los tiempos ya eran diferentes y también las posibilidades…podía darme el lujo de probar las veces que fuesen necesarias, desechar y volver a probar… Salió pastel mmmmmmmm, como dice mi marido. Es perfecto!

Ingredientes
120 gr de arroz
400 gr de requesón
4 huevos
4 cucharas de azúcar
100 gr de uvas pasas
50 gr de almendras cortadas
2 cucharas de leche condensada
2 cucharas de mantequilla
2 cucharas de pan rallado

Ponemos a hervir el arroz (si no tienen una pesa, para medir el peso exacto, es más o menos una taza de café con leche) en tres tazas de agua con una pisca de sal. El arroz que yo acostumbro a usar es especial para el arroz con leche, o para rizzotto, o cualquier otro de grano gordo. Lo dejo hervir por unos diez minutos, antes de apagar el fuego, hecho las dos cucharas de leche condensada, espero que vuelva a hervir, apago y dejo para que se enfríe.

 Pongo las uvas pasas en un recipiente, hecho agua hirviendo y dejo por unos diez minutos. Después las escurro y las seco con una toalla de papel.

Bato bien los cuatro huevos enteros con las cuatro cucharas llenas de azúcar. Cuando el azúcar se disuelve por completo agrego el requesón y sigo batiendo por un minuto más. Después agrego el arroz, las uvas, pongo dentro de la bandeja de horno previamente untada com mantequilla y espolvoreada com pan rallado. Echo las almendras troceadas por encima del pastel.
                Se hornea durante una hora a 180° C.
               Se sirve caliente o frio para desayuno, meriendas, comida, cena o postre…es universal...Para desayuno con yogurt, miel y café con leche; para comida o cena con crema de leche agria; para postres con miel, dulce casero de frutas, helado…es espectacular, irresistible, ricooooooooooo.



miércoles, 4 de septiembre de 2013

Recuerdos


Pasar toda la infancia en el campo tiene sus ventajas. No vivíamos en una aldea, pero estar casi a las afueras de una pequeña ciudad proporcionaba todas las posibilidades para una vida sana, natural y ecológicaJ. Atrás de nuestra casa se extendían los prados, pastos y las huertas de mayoría de los habitantes de la ciudad. A unos pocos kilómetros se vislumbraba la línea oscura del bosque y todas las primaveras, cuando bajaba la espesa manta de nieve, los muchachos de nuestra calle en pequeñas pandillas íbamos a recoger violetas. Después de meses y meses de poca luz, colores grises y el  cielo cargado de nuves oscuras tocando la tierra la explosión del azul brillante bajo nuestros pies nos daba una carga inmensa de alegría, energía y voluntad para hacer cosas grandes…(no siempre correctas…jajaja).  Ahora mis hijas disfrutan de la primavera de su vida y hacen cosas realmente hermosas. Hoy Evi empieza una nueva etapa en este camino, segunda carrera universitária. Mi bendición, chiquitica.  Te adoro!

Primavera

Pollo con quimbombó


Mi mamá siempre siempre siempre, desde que tengo memoria y hasta el día de hoy, criaba algún animalito, para la alegría y también para el mejoramiento de una dieta alimentaria bastante pobre en proteínas (uf…salió casi como un artículo científico jajaja ). Por lo general padecían los gallos, que después de algún tiempo en el corral se volvían los dueños agresivos de su gallinero… como castigo enseguida amanecían en el caldero. Y ahora, cuando recuerdo mi infancia, entre tantas otras cosas, recuerdo el olor a caldo de pollo y su sabor. Nunca me canso de esta carne. Me gusta en todas las formas habidas y por haber...

Ingredientes
            1 pollo
            ½ litro de caldo de pollo
            ½ pimiento rojo
            1 cebolla mediana
            4 dientes de ajo
            3 cucharas de pasta de tomate
            1 cucharita de pimentón ahumado
            1 cuchara de manteca ghi
            20 vainas de quimbombó
            Sal, granitos triturados de mostaza, piri-piri al gusto

Picamos el pollo en trozos pequeños, lo lavamos bien y lo freímos en la olla por un par de minutos con una cucharada de manteca ghi. Lo sacamos de la olla y reservamos. Dentro de la olla y aprovechando la grasa que quedo hacemos el sofrito del pimiento y la cebolla picados en pedacitos pequeños, al final agregamos el ajo, la pasta de tomate, el pimentón, los granitos de mostaza y sofreímos por medio minuto más. Volvemos a poner los pedacitos de pollo dentro del sofrito, agregamos el caldo de pollo (se puede cambiar la mitad del caldo por vino blanco), tapamos la olla y lo dejamos cocinar. El tiempo depende de calidad de pollo. El mío era del supermercado…así que demoro solo media hora a ablandarse. Cuando el pollo casi casi está, agregamos las vainas de quimbombó, lavadas y picadas previamente. Dejamos cocinarse diez minutos más. Es tiempo suficiente, para que el quimbombó se cocine, pero no se desbarate. Regulamos la sal y el picante. Y ya está. Servimos con arroz blanco. Da para cuatro porciones normales o…solamente dos: una como en la foto (la mía)… y otra (no diré de quien) servida tres veces…y comida con el acompañamiento de mmmmmmmmmmm……… J