A veces peco de ingenuidad. Tanto es así,
que puedo preguntar por la receta de algún plato sabroso en el restaurante
donde lo he comido….y no entiendo porque me miran com ojos redondos de
sorpresa o hacen como que no han entendido de qué se trata… La primera vez me paso
en el hotel Cuatro vientos en Santa Lucia. Con el rizzotto. Nunca lo había probado.
El arroz para mí era un mal inevitable. Algo para matar el hambre. Solo eso. No sentía
ningún placer al comerlo. Si lo hubiera
podido evitar, nunca lo hubiese comido, pero en algún momento determinado de nuestras
vidas tuvo una presencia diaria…arroz y frijoles…frijoles y arroz. Aquel
día fue…como si estuviera dentro de un palacio con las luces apagadas y de momento,
cuando ya estaba desesperada y agobiada, y cansada, y llena de moretones de tanto
tropezarme se encendiesen de una vez mil candelabros y en un segundo me diese cuenta de
la belleza y la riqueza que me estaba rodiando todo este tiempo.
Pase tres días dandole vueltas al
chef italiano del restaurante…mandando mensajes con el gerente, el comercial, los
representantes… pero él estaba como el último mohicano… no cayo ni ante los pedidos, ni ante las
súplicas, ni ante las instrucciones…
Otra vez vi la mirada asustada
de una camarera en la cafetería Nica, cuando pedí la receta del pastel de requesón
y arroz. Esta vez ni suplique, ni repetí el pedido…fui a casa a tratar de encontrar mi propia receta. Los
tiempos ya eran diferentes y también las posibilidades…podía darme el lujo
de probar las veces que fuesen necesarias, desechar y volver a probar… Salió
pastel mmmmmmmm, como dice mi marido. Es perfecto!
Ingredientes
120 gr de arroz
400 gr de requesón
4 huevos
4 cucharas de azúcar
100 gr de uvas pasas
50 gr de almendras cortadas
2 cucharas de leche condensada
2 cucharas de mantequilla
2 cucharas de pan rallado
Ponemos a hervir el arroz (si no
tienen una pesa, para medir el peso exacto, es más o menos una taza de café con leche)
en tres tazas de agua con una pisca de sal. El arroz que yo acostumbro a usar es
especial para el arroz con leche, o para rizzotto, o cualquier otro de grano
gordo. Lo dejo hervir por unos diez minutos, antes de apagar el fuego, hecho las
dos cucharas de leche condensada, espero que vuelva a hervir, apago y dejo para
que se enfríe.
Pongo las uvas pasas en un
recipiente, hecho agua hirviendo y dejo por unos diez minutos. Después las
escurro y las seco con una toalla de papel.
Bato bien los cuatro huevos
enteros con las cuatro cucharas llenas de azúcar. Cuando el azúcar se disuelve
por completo agrego el requesón y sigo batiendo por un minuto más. Después
agrego el arroz, las uvas, pongo dentro de la bandeja de horno previamente
untada com mantequilla y espolvoreada com pan rallado. Echo las almendras
troceadas por encima del pastel.
Se hornea durante una hora a
180° C.
Se sirve caliente o frio para
desayuno, meriendas, comida, cena o postre…es universal...Para desayuno con
yogurt, miel y café con leche; para comida o cena con crema de leche agria;
para postres con miel, dulce casero de frutas, helado…es espectacular,
irresistible, ricooooooooooo.
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