viernes, 30 de agosto de 2013

Dulce de fruta bomba (o papaya)




              Atención atención!!!!  Desde Miami! En vivo y en directo!

Quién sabe, cuantos cubanos viven en Miami? Familias enteras se han mudado de todas las maneras habidas y por haber…por tierra, por mar... Todos llegan con las manos... y bolsillos vacíos, llevándose únicamente, dentro de sus corazones, los recuerdos de los alumbrones, la libreta de abastecimiento, la carne de niño... pero también olor a café recién tostado, el sabor del mamey y de la guayaba, el recuerdo de despertar en Tarara, las mañanas en la Sierra Maestra, los mogotes de Viñales, la brisa del Caribe…y el canto triste de un violín solitario en el medio de una ensenada de Cayo Coco. Todo esto es Cuba. Tan contradictoria y tan versátil.  Tan triste y tan alegre. Tan pobre y tan rica…tan ciega y con tanta sed de saber.
 Y desde luego, ya no se va a Cuba a visitar a los familiares, si no 90 millas más al norte.
              No me atrevería a decir donde más se cuidan los hábitos, las tradiciones, los sabores, los olores, los sentimientos de pertenencia y el orgullo de ser cubano…es de este o de otro lado del mar. Solo se, que en Miami ya comí congrí, yuca con mojo y bife de puerco en cazuela tan buenos, como en cualquier paladar de La Habana… o, probablemente, mejor. Y también hablé con cubanos, que después de diez, quince, veinte o treinta años de haber dejado la Isla, mantienen su inconfundible acento villaclareño, habanero o pinareño.  Y a estos cubanos intrépidos, que se lanzaron al desconocido por el mejor porvenir de sus hijos, por una viejez más digna de sus padres mí más sentido respeto y admiración.

El dulce de fruta bomba, junto con el de coco, el de guayaba, boniatillo,  flan o pudin de pan, es el dulce que siempre me va a recordar Bayamo, Manacas… y San Miguel de Padrón.

Ingredientes:
1 kg de fruta bomba
0.5 kg de azúcar
½ taza de agua
Cascara y jugo de medio limón 
Una ramita de canela y una pizca de sal.         

Pelamos fruta, sacamos las semillas y picamos en pedacitos medianos. Ponemos a hervir  junto con todos los ingredientes. Cuando los pedacitos de fruta bomba se ponen traslucidos, apagamos candela y dejamos enfriarse. Servimos con queso amarillo.

jueves, 29 de agosto de 2013

Ensalada de Bacalao y garbanzos


Si las ensaladas se pudiesen declarar patrimonio de la humanidad….las declararían! Para mi entender son la octava maravilla del mundo. Me recuerdo con que impaciencia esperábamos por los pepinos y los tomates en la huerta de casa…para que llegaran a su punto (por recogerlos antes de tiempo nos llevábamos fuertes castigos…). Mi hermana y yo nos hacíamos una gran fuente, nos sentábamos alrededor (``donde esta mi cuchara grande`` dice Masha) y nos deleitábamos con su contenido: tomates, pepinos, eneldo, crema agria…mi prima se recuerda de los rabanos con lechuga y cebollino, mi amiga moldava de los tomates, los pepinos,  la cebolla y los pimientos con aceite y vinagre… los vegetales olían a verano, anunciaban las vacaciones del colegio, los juegos, algún tiempo libre, despertarse tarde por las mañanas y el CALOR. Después de casi nueve meces de frio, lluvias, nieve y oscuridad explotaban los colores, los olores, la luz y la alegría!
            Sin ensalada de vegetales (mishraine en lituano) no pasaba ni una fiesta, ni un encuentro de la familia. Hacíamos como mínimo de dos maneras: blanca y roja con remolacha. Para mí es el bien mayor. Y hoy en día, con tanto calor abrazador y sofocante en la calle, lo que más nos apetece a la hora de comer, es una ensalada fría.
 

Ingredientes
400 gr de bacalao
400 gr de garbanzos
3 huevos
Aceite, vinagre de manzana, perejil, sal y pimienta al gusto.

Hervimos el bacalao y los huevos. Dejamos descascar a los huevos y los picamos en pedacitos medianos. Le quitamos los huesos al bacalao y lo troceamos. En una fuente ponemos los garbanzos, hervidos y escurridos previamente, el bacalao y los huevos, agregamos el aceite, el vinagre, el perejil, la sal y la pimienta y lo mezclamos con cuidado. Lo servimos frio, con pan tostado.

martes, 27 de agosto de 2013

Arroz de camarón





               Bueno….mi suegra en la cocina hace magia. Donde ella pone su mano, puedes estar seguro, saldrá algo maravilloso, único, irresistiblemente sabroso. Indiscutiblemente  es un don. De ella estoy aprendiendo a hacer platos portugueses…y también de ella estoy aprendiendo a quererme a mí misma. Cuantas mujeres nos sacrificamos por el matrimonio, los hijos, el maridos… Por la casa, el trabajo, el presente, el futuro…y por otras mil cosas más, nos olvidamos de querernos. Cuantas veces, si no están al lado ni los hijos ni el marido, nos contentamos con un bocadillo, o con un plato de comida de ayer. Muy pocas veces he cocinado solo para mí, y ha habido temporadas largas, cuando la compañía me la hacía yo misma. Era, como perder el tiempo en algo insignificante. Ella me mostró, que se puede disfrutar y del proceso y del resultado del trabajo para uno mismo.
               El arroz con camarón comíamos en los restaurantes de marisco, hasta que un día lo probé hecho por ella. Ufffffff…. Era el mejor arroz alguna vez comido. Lo hizo a mi lado, en un par de minutos, con lo que tenía a mano. Esta es la arte de cocinar… hacer sopa de piedra cuando no hay nada, o, por esta vez, hacer arroz de camarón con lo que hallaste en la nevera.

Ingredientes:
300 gr de camarón cocinado y descascado
2 tomates
1 cebolla
3 dientes de ajo
2 cucharas de aceite
2 tazas de arroz
3,5 tazas de caldo de marisco
1 taza de vino blanco
Sal, pimienta, ramas de cilantro al gusto

Primero pelamos y picamos los tomates, picamos la cebolla y el ajo y lo ponemos a sofreír en un poquito de aceite. Cuando la cebolla se ponga traslucida le agregamos el vino blanco y el caldo de marisco, esperamos que comience a hervir y agregamos el arroz. Lo dejamos que hierva por un par de minutos, agregamos el camarón previamente hervido, descascarado y limpio. Tapamos la olla, apagamos el fuego, y lo dejamos unos cinco minutos, para que el arroz llegue a su punto. Antes de servir espolvoreamos hojitas de culantro troceadas previamente.

martes, 20 de agosto de 2013

Solomillo de res horneado en sal


La mejor carne del mundo es la argentina. Eso no se discute. Nos puede gustar o no el lugar,  la gente, podemos contar cuentos y chistes del latinoamericano perfecto…J….pero al pan pan, y al vino vino…. Claro que hay una diferencia abismal entre comer carne de Argentina en Europa o en el Puerto Madero. No soy muyyyyy conocedora de los mejores cortes, ni de las mejores carnes, y creo que ya no lo seré, pero la he probado en los dos lugares, y atestiguo ante el jurado más severo, que no habia experimentado tanto placer al comer carne, como aquella noche en el restaurante en el muelle  del Rio de Plata. Comí en Cuba, que un argentino, amigo de medio país, traía de contrabando (un secreto a vozes). Soliamos hacer un asado en el patio de un ex embajador cubano en Argentina, donde el olor a humo y a churrasco se confundía con el olor a mar; lo  comí en Lituania, en el único restaurante argentino en Vilnius; en Valencia, en  una tasca en el casco historico, donde un argentino – español,  barrigudo e informal, que después de  veinte años pasados a este lado del ``charco`` no habia perdido su acento, preparaba  asado argentino y empanadas. Pero aquella vez, bajo las luces del Puerto Madero no fue, ni será, creo yo, superada.


Pero….esta vez no logré encontrar en ninguna tienda de Lisboa un solomillo, que en la etiqueta como lugar de origen marcase``ARGENTINA``. De Holanda, de Italia????, hasta de Lituania (no sabía que Lituania era productora de carne de res), entonces me ariesgué  y elegui el de Australia. Y no me equivoqué. De ahora en adelante me declaro fan de la carne de res australiana. Porque quedó tan tierna, que casi casi se desacía ella sola.


A hacer el solomillo en la sal aprendí aqui, en Portugal. El principal profesor, crítico y consumidor  es mi marido. Así que para cualquier tipo de reclamacion, por favor, dirigirse a él.


 

 

Ingredientes:
1 solomillo de res (esta vez fue de 1,7 kg)
1 kg de sal gruesa
Y…nada maaaaaaaaaaas!
Precalentamos el horno a 190° C
Primero preparamos el solomillo. Lo lavamos bien. La parte de arriba, que tiene grasa, la cortamos en líneas transversales. La bandeja de horno la forramos con papel de aluminio.  La parte de brillo siempre siempre sempre debe ir para dentro, donde tendrá contacto con la comida y la parte opaca para fuera, donde el contacto será con la bandeja. La mitad de la sal la ponemos en la bandeja forrada; sobre ella ponemos el solomillo, con la parte de carne hacia abajo y la parte de grasa hacia arriba, encima ponemos el resto de la sal y envolvemos bien en el papel de alumínio.


 
Lo llevamos al horno por 1 hora y media. Leí en algún lugar, que por cada kilogramo de carne, debemos hornear una hora…no sale, siempre es mejor dar menos tiempo, que más, porque si dejamos más tiempo en el horno, la carne saldrá seca y dura.
Apagué el horno y  dejé la pieza diez minutos más  reposando. Retiré la capa de sal y raspé con un cuchillo el exceso de esta (al gusto). Lo corté en rebanadas medianas y lo serví bien caliente. Salió espectacular. Una carne sabrosa, jugosa y bien hecha! No le falta ni le sobra nada!
Se sirve con una ensalada, arroz blanco y potaje de frijoles negros, a la cubana. DIVINO!!!!

 

 


lunes, 19 de agosto de 2013

Crema de vie


 
 
 
Cada vez que hago Pavlova, enfrento el dilema del siglo…que hago con las yemas de huevo, que quedan?  Esta vez recordé de una bebida fabulosa cubana.  Hace muchos años que no la hago. Deje de hacer, porque dos ratoncitas descubrían dentro de la nevera…e iban probando. Les prohibí terminantemente, hable seriamente, amenacé, marcaba la botella…pero muy lentamente el contenido se iba… evaporando…decían ellasJ… así que tome las decisiones drásticas y deje de hacer.

Mis Ratoncitas crecieron, y hoy las tres nos sentamos algunas, pocas, veces con una copa de vino tinto…o mojito, o gin tónico preparado por Kike. Así que ya puedo compartir con ellas esta receta, en su tiempo vetada.

 
 
 
Ingredientes:

1 taza de agua

1 taza de azúcar

1 taza de leche condensada

5 yemas de huevo

¾ de taza de ron blanco

3 ramitas de canela

1 cucharadita de vainilla

Hagan un almíbar espeso con agua, azúcar y canela y déjenla refrescar. Batan las yemas hasta que estén bien espesas. Añádanles el almíbar, la leche condensada, la vainilla y sigan batiendo un par de minutos más. El último se añade el ron. Baten un poquitico mas y ya está! Se sirve frio, con hielo. Se guarda en la nevera. Da para una botella.


A la ``Pavlova``


 
Ingredientes:
5 claras de huevo
1 vaso de 250 ml de azúcar
½  cucharadita de zumo de lima
1 cuchara de almidón
250 ml de natas como minimo de 30% de contenido de grasa
4 cucharas de azúcar
½ kg de freza

Pavlova es un dulce de 3 B (bueno, bonito, baratoJ). Cuando aprendemos, no hay nada más fácil. Para que salga bien desde primera vez, debemos seguir algunas reglas:

Primero: Recipiente donde batimos las claras debe ser BIEN LIMPIO y SECO!

Segundo: Huevos deben ser bien FRIOS!

Tercero: Separamos yemas y claras con muuuuchoooo cuidado, para que dentro del recipiente con claras no caiga ni una pisquita más mínima de yema.

Cuarto: Las natas deben ser GOOOOOORDAAAAAS! J Con ellas no podemos ahorrar en las calorías…si compramos con un porciento menor de gordura, a lo mejor llegaremos a ….mantequilla… pero nunca a natas batidas.
Ponemos a precalentar el horno a 150° C

Separamos yemas de las claras, y batimos las claras hasta que queden firmes, poco a poco agregando el azúcar.  Cuando el azúcar se diluye totalmente agregamos zumo de limón y almidón. Todo el proceso nos puede ocupar unos 15 minutos.



Cubrimos una bandeja de horno con papel vegetal y sobre el ponemos las claras batidas en forma de una corona. Es preferible dejar los bordes de corona un poco más altos que el resto, para que después sea más fácil rellenar.


Bajamos la temperatura del horno a 120° C y dejamos secarse nuestro merengue durante una hora. Apagamos el horno y sin abrir dejamos unas cinco horas más, o por lo menos hasta que el merengue se enfría totalmente.
Las natas batimos instantes antes de servir. Para que queden firmes  deben ser muy pero muy frías. Yo, por si o por no, dejo en la nevera desde el día anterior, así no hay casualidad. Bato con las cuatro cucharas de azúcar. Si no le gusta tanto dulce, se puede no agregar azúcar a esta parte de pastel…ya hice sin, y quedo muy rico, pero a mí me gusta sentir dulzura en las natas también…en definitiva no todos los días nos hacemos este tipo de fiesta…

Cubrimos el merengue con las natas batidas y con las frezas lavadas, secas y picadas. Servimos en seguida.  

 

lunes, 12 de agosto de 2013

POLEN




Con miel y sus productos nuestra familia tiene una relación especial.  Desde que me recuerdo, recuerdo a las abejas, y su zumbido asustador.  Mi abuela era apicultora. A lo mejor esta palabra no es realmente lo que ella era… o por lo menos en aquellos tiempos no la usábamos. Decíamos, que abuela tiene cantidad de colmenas con unas abejas muy pero muy malas. Mi hermana y yo casi todos los veranos pasábamos en la casa de abuelos y llevamos con las picadas de abejas cantidad de veces.  De estos veranos en casa de abuela viene  el hábito de comer pepinos con miel…jajajaja…era merienda preferida de todos los nietos, abuela ponía un plato de miel  en el patio de la casa, traía pepinos de la huerta…ahora diríamos que es dulce, crocante, refrescante… para nosotros era solo pepino con miel…rico!

Luego, colmenas viajaron para la casa de mi papá y él se encargó de seguir con la tradición familiar. Nunca nos faltó miel. Aquella, verdadera, que cuando abres el pomito, pomo, o recipiente de cinco litros, en nuestro caso…jajajaja… la casa se llena de dulce olor a verano, prado y flores. Hasta acá,  Portugal,  llegan los recipientes plásticos (para que no se rompan en el viaje por el avión) de miel de abejas lituanas de mi papa.

Polen es uno de subproductos de apicultura. Sobre sus propiedades los apicultores, los científicos y la gente que utiliza hablan a cuatro vientos: utilicen!!! Coman, hace bien!!!! Pero nosotros recibimos tanta información, de todos lados, de todos tipos y en su mayoría inútil, que dejamos pasar por el lado la que realmente es importante.

                                                                                            LAS PROPIEDADES DE POLEN

La parte más importante  de polen son proteínas, que son casi 40 %. Tiene 5-7 veces más amino ácidos que carne de res o huevos, tiene alrededor de 20% de oleos vegetales. Polen tiene 17 tipos de vitaminas en su mayoría vitaminas tipo B. Vitamina A, que influye en  nuestra visión y estado de la piel tiene casi 20 veces más que zanahorias. Tiene muchas más materias bio activas, hormonas y micro elementos. En total casi 250 compuestos separados y elementos químicos. Hasta pequeñísimas cantidades de polen actúa con mucha más eficacia que las vitaminas sintéticas.

Polen: Ayuda a recuperar fuerzas en los casos de agotamiento físico, en caso de enfermedad,  elimina el cansancio, se utiliza en profiláctica de ateroesclerosis y osteoporosis, tiene propiedades antioxidantes, inactiva los nitratos en el agua y en la comida, baja el colesterol, baja la presión, mejora el flujo sanguíneo cerebral. Se recomienda utilizar para la profiláctica de  anemia, hepatitis, diabetes, problemas de digestión, problemas de riñones, hígado, próstata, impotencia, depresión nerviosa, durante el periodo de clímax.

Los médicos recomiendan consumir polen junto con la miel en la proporción 1:1. La mezcla de polen y miel guardada en el lugar seco en un recipiente hermético mantiene sus cualidades curativas hasta dos años. Podemos consumir todo el año, haciendo intervalos de una semana cada un mes.  No se recomienda traspasar la norma diaria de hasta 30 gr de polen.

No se recomienda consumir polen  a las personas alérgicas a miel y sus productos y a los adolecentes durante el periodo de pubertad, porque aumenta su actividad sexual.

PROPIEDADES NUTRICIONALES

Calorías

35 cal

Carbohidratos

5 g

Proteinas

2 g

Gorduras totales

1 g

Sodio

0 mg
Valores referentes a 8 gramas o 1 cuchara de polen.

Bacalao al horno


             
Cada pueblo tiene sus comidas tradicionales, la de todos los días, comidas de fiesta, o de ocasiones especiales. No sé si hay otro ingrediente tan universal que adorne la mesa cualquier día, en cualquier ocasión. Los portugueses pueden comer de mil maneras diferentes casi todos los días. Tengo amigos en España, que solamente para comer bacalao hacían el viaje desde Madrid hasta Lisboa.
La primera vez que lo probé fue en Cuba. Ni conocía, ni sabía que era, ni me gusto. A lo mejor, porque fue preparado con poco amor y menos conocimiento todavía.  Volví a comer años después en un restaurante en Chado y me enamore de su sabor. El bacalao al horno fue el primer plato de bacalao, que, siguiendo los consejos de mi suegra, prepare para una cena en casa. Acerté al 95 por ciento. Los cinco por cientos de error fueron en la cantidad de aceite (de oliva, claro está).  Yo, siempre tratando de “contar las calorías”, eché solo para que se enterase que por allí paso…unas gotitas por encima… y en realidad debe casi casi nadar como dentro de una piscina, o siendo pez, casi casi como dentro del mar…


Ingredientes:
Aceite de oliva
2 pedazos de lomo de bacalao
4 patatas
3 dientes de ajo
2 cebollas
Sal, pimienta, perejil al gusto

                   Precalentamos el horno a 190 grados.
                   En una bandeja ponemos los lomos de bacalao, las patatas, previamente lavadas y cortadas por la mitad, el ajo, troceado en láminas y el aceite.  Salpimentamos las patatas. Yo eché además un poco de perejil. Lo llevamos al horno. El tiempo es solo el necesario para hacerse las patatas.  A mí me tomó unos 40 minutos. A la mitad de la cocción agregué la cebolla picada en  rodajas.  Buen apetito!



Gelatina de carne

              

               Creo, que no hay un lituano, que no le guste de gelatina de carne. Hoy, con dietas, redietas y mil veces dietas… los jóvenes dejan de comer cosas de este tipo. Pero nosotros crecimos con su sabor, era plato por excelencia para adornar las mesas durante las fiestas y bodas, las cocineras competían caldo de quien es más traslucido y sabroso. Era comida de días especiales…

Ingredientes:

500 gr de patica de puerco sin piel

500 gr de oreja de puerco

500 gr de lengua de puerco

1 cebolla  grande

3 dientes de ajo

3 zanahorias medianas

Sal, laurel, granos de pimienta a gusto

Primero lavamos bien la carne y ponemos a hervir. Dejamos que hierva unos tres- cuatro minutos, botamos el agua, volvemos a lavar bien la carne, y volvemos a poner a hervir con abundante agua. Agregamos cebolla, zanahoria, ajo, pimienta, laurel y sal. Dejamos cocinar en candela baja hasta que la carne sea muy blandita y se desprenda de los huesos. Sacamos la carne y las zanahorias del caldo y dejamos a enfriarse. Deshuesamos la carne, picamos en pedacitos medianos, picamos las zanahorias, colamos el caldo, volvemos a juntar caldo, carne y las zanahorias y volvemos poner a la candela. Regulamos la sal. Al primer hervor apagamos candela y echamos el preparado en las formas, o recipiente, donde dejaremos a  gelificar, esperamos que refresque y ponemos en la nevera. Dentro de nevera la gelatina de carne puede estar unos cuatro – cinco días.

Se sirve acompañada de patatas hervidas. Hay quien agrega rábano picante, mostaza, mayonesa, en casa de nosotros es costumbre echar encima unas cucharaditas de vinagre… mmmmmmmmm…..
 

viernes, 9 de agosto de 2013

Gazpacho a la mamá


El mundo anda patas arriba. Calor de trópicos llego a norte de Europa y personas no saben cómo protegerse de su ardiente abrazo. Ayer en el Delfi vi algunas fotos de termómetros, que marcaban cerca de cincuenta grados….bueno no es que me crea, que llegó a eso,  tampoco pienso que los listos fotógrafos hubiesen acercado el termómetro a las brazas solo para atraer la atención de los lectores, pero el hecho esta más que comprobado: hay calor, demasiado calor… Y no hay ni donde esconderse ni como escapar. Nada mejor para soportarlo, que un buen gazpacho. También, mas que comprobado!    



Ingredientes:

4 tomates grandes

3 pepinos medianos
1 pimento rojo
1/2 cebolla
2 dientes de ajo (el ajo que se de a respetar, no aquel que los dientes hay que buscar con la lupa)
50 ml de aceite de oliva (en portugués esto sería una redundancia…  el aceite siempre es de oliva…todo lo otro es oleo… y dicen palabra ´´oleo´´ con un desprecio!!!! Aquí yo también aprendí respetar el ACEITE).

3 cucharas generosas de vinagre de manzana

Sal a gusto (eso no significa, que si no gusto, no le pongo…en este caso sí que hay que poner, si no… bueno, yo aconsejo, que le pongan, allá ustedes)


             Antes de todo tenemos que pelar los tomates y los pepinos. Los tomates se pelan mucho mejor si se pasan por agua hirviendo, yo los dejé dentro de una hoya en ebullición durante unos dos minutos, hasta que uno, el más pequeño se abrió con una sonrisa de oreja a oreja, jajajajaja, entonces fueron asustados con un baño frio, pelados y exprimidos hasta soltar todas las semillas. Los pepinos los pelé y saqué la parte de las semillas. En el vaso de batidora puse un poquito de agua, agregué los tomates y los pepinos pelados, el pimiento picado en pedacitos, la cebolla picada groseramente y el ajo. Lo batí bien todo, hasta que quedó una masa uniforme, después agregué el aceite de oliva, el vinagre y la sal.


                   A mí me salió un vaso de batidora de dos litros lleno.  El gazpacho se debe tomar bien frio, por eso mejor hacer con tiempo y dejar unas horitas dentro de la nevera. Servir en un vaso como zumo…o en un plato, como sopa. Hay quien agrega pan blanco (porque PAN, así mismo, y con las letras grandes, el sabor más grande todavía es negro!), pero como dice Evi ``mi mamá toda la vida está de dieta``, yo prefiero sin…


 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Su majestad el SALMÓN



El Salmón en nuestra familia entró con flores, orquestras y discursos de bienvenida hace muchos años. Como lo recibimos tan bien, se quedo, y no piensa dejarnos. Estoy segura que ni los últimos estudios científicos sobre sus numerosas cualidades, ni otras descubiertas de los últimos tiempos lo van a destronar.  Nos gusta de todas formas habidas y por haber. Pero en un inicio fue salado. Solo salado.

            Salmón salado
 
400 g de filete de salmón con piel
3 cucharitas de sal gruesa
1 cucharita de azúcar
Mezcla de pimienta, eneldo, laurel y granos de mostaza triturados a gusto

Dentro de un recipiente mezclamos la sal, el azúcar, la pimienta, el laurel, los granitos de mostaza y el eneldo y con esta mezcla cubrimos el filete de salmón por todas partes.  Tapamos bien y dejamos marinar en la nevera. Pasados dos días el salmón está listo! Lo sacamos del liquido de marinado, lavamos y secamos bien con el papel de cocina. Si no se va a consumir todo en el momento, lo mejor es dividir en porciones y guardar en el congelador.