Bueno….mi suegra en la cocina hace magia. Donde ella pone su mano, puedes estar seguro, saldrá algo maravilloso, único, irresistiblemente sabroso. Indiscutiblemente es un don. De ella estoy aprendiendo a hacer platos portugueses…y también de ella estoy aprendiendo a quererme a mí misma. Cuantas mujeres nos sacrificamos por el matrimonio, los hijos, el maridos… Por la casa, el trabajo, el presente, el futuro…y por otras mil cosas más, nos olvidamos de querernos. Cuantas veces, si no están al lado ni los hijos ni el marido, nos contentamos con un bocadillo, o con un plato de comida de ayer. Muy pocas veces he cocinado solo para mí, y ha habido temporadas largas, cuando la compañía me la hacía yo misma. Era, como perder el tiempo en algo insignificante. Ella me mostró, que se puede disfrutar y del proceso y del resultado del trabajo para uno mismo.
El arroz con camarón comíamos en los restaurantes de marisco, hasta que un día lo probé hecho por ella. Ufffffff…. Era el mejor arroz alguna vez comido. Lo hizo a mi lado, en un par de minutos, con lo que tenía a mano. Esta es la arte de cocinar… hacer sopa de piedra cuando no hay nada, o, por esta vez, hacer arroz de camarón con lo que hallaste en la nevera.
Ingredientes:
300 gr
de camarón cocinado y descascado2 tomates
1 cebolla
3 dientes de ajo
2 cucharas de aceite
2 tazas de arroz
3,5 tazas de caldo de marisco
1 taza de vino blanco
Sal, pimienta, ramas de cilantro al gusto
Primero pelamos y picamos los
tomates, picamos la cebolla y el ajo y lo ponemos a sofreír en un poquito de
aceite. Cuando la cebolla se ponga traslucida le agregamos el vino blanco y el
caldo de marisco, esperamos que comience a hervir y agregamos el arroz. Lo
dejamos que hierva por un par de minutos, agregamos el camarón previamente
hervido, descascarado y limpio. Tapamos la olla, apagamos el fuego, y lo
dejamos unos cinco minutos, para que el arroz llegue a su punto. Antes de
servir espolvoreamos hojitas de culantro troceadas previamente.
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