La mejor carne del mundo es la argentina.
Eso no se discute. Nos puede gustar o no el lugar, la gente, podemos contar cuentos y
chistes del latinoamericano perfecto…J….pero al pan pan, y al vino
vino…. Claro que hay una diferencia abismal entre comer carne de Argentina en Europa o
en el Puerto Madero. No soy muyyyyy conocedora de los mejores cortes, ni de las mejores
carnes, y creo que ya no lo seré, pero la he probado en los dos lugares, y atestiguo ante
el jurado más severo, que no habia experimentado tanto placer al comer carne, como
aquella noche en el restaurante en el muelle del Rio de Plata. Comí en Cuba, que un argentino,
amigo de medio país, traía de contrabando (un secreto a vozes). Soliamos hacer un asado en el patio de un ex embajador
cubano en Argentina, donde el olor a humo y a churrasco se confundía con el olor a
mar; lo comí en Lituania, en el único restaurante argentino en Vilnius; en Valencia,
en una tasca en el casco historico, donde
un argentino – español, barrigudo e
informal, que después de veinte años pasados a este lado del ``charco`` no habia perdido
su acento, preparaba asado argentino y
empanadas. Pero aquella vez, bajo las luces del Puerto Madero no fue, ni será,
creo yo, superada.
Pero….esta vez no logré
encontrar en ninguna tienda de Lisboa un solomillo, que en la etiqueta como lugar de
origen marcase``ARGENTINA``. De Holanda, de Italia????, hasta de Lituania (no sabía
que Lituania era productora de carne de res), entonces me ariesgué y elegui el de
Australia. Y no me equivoqué. De ahora en adelante me declaro fan de la carne de
res australiana. Porque quedó tan tierna, que casi casi se desacía ella sola.
A hacer el solomillo en la sal aprendí
aqui, en Portugal. El principal profesor, crítico y consumidor es mi marido. Así que para cualquier tipo de reclamacion,
por favor, dirigirse a él.
Ingredientes:
1 solomillo de res (esta vez fue
de 1,7 kg)
1 kg de sal gruesa
Y…nada maaaaaaaaaaas!
Precalentamos el horno a 190° C
Primero preparamos el solomillo.
Lo lavamos bien. La parte de arriba, que tiene grasa, la cortamos en líneas
transversales. La bandeja de horno la forramos con papel de aluminio. La parte de brillo siempre siempre sempre debe ir para dentro, donde tendrá contacto
con la comida y la parte opaca para fuera, donde el contacto será con la
bandeja. La mitad de la sal la ponemos en la bandeja forrada; sobre ella ponemos el solomillo,
con la parte de carne hacia abajo y la parte de grasa hacia arriba, encima
ponemos el resto de la sal y envolvemos bien en el papel de alumínio.
Lo llevamos al
horno por 1 hora y media. Leí en algún lugar, que por cada kilogramo de carne,
debemos hornear una hora…no sale, siempre es mejor dar menos tiempo, que más,
porque si dejamos más tiempo en el horno, la carne saldrá seca y dura.
Apagué el horno y dejé la pieza diez
minutos más reposando. Salió espectacular. Una carne sabrosa, jugosa y bien hecha! No le
falta ni le sobra nada!
Se sirve con una ensalada, arroz
blanco y potaje de frijoles negros, a la cubana. DIVINO!!!!
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