martes, 20 de agosto de 2013

Solomillo de res horneado en sal


La mejor carne del mundo es la argentina. Eso no se discute. Nos puede gustar o no el lugar,  la gente, podemos contar cuentos y chistes del latinoamericano perfecto…J….pero al pan pan, y al vino vino…. Claro que hay una diferencia abismal entre comer carne de Argentina en Europa o en el Puerto Madero. No soy muyyyyy conocedora de los mejores cortes, ni de las mejores carnes, y creo que ya no lo seré, pero la he probado en los dos lugares, y atestiguo ante el jurado más severo, que no habia experimentado tanto placer al comer carne, como aquella noche en el restaurante en el muelle  del Rio de Plata. Comí en Cuba, que un argentino, amigo de medio país, traía de contrabando (un secreto a vozes). Soliamos hacer un asado en el patio de un ex embajador cubano en Argentina, donde el olor a humo y a churrasco se confundía con el olor a mar; lo  comí en Lituania, en el único restaurante argentino en Vilnius; en Valencia, en  una tasca en el casco historico, donde un argentino – español,  barrigudo e informal, que después de  veinte años pasados a este lado del ``charco`` no habia perdido su acento, preparaba  asado argentino y empanadas. Pero aquella vez, bajo las luces del Puerto Madero no fue, ni será, creo yo, superada.


Pero….esta vez no logré encontrar en ninguna tienda de Lisboa un solomillo, que en la etiqueta como lugar de origen marcase``ARGENTINA``. De Holanda, de Italia????, hasta de Lituania (no sabía que Lituania era productora de carne de res), entonces me ariesgué  y elegui el de Australia. Y no me equivoqué. De ahora en adelante me declaro fan de la carne de res australiana. Porque quedó tan tierna, que casi casi se desacía ella sola.


A hacer el solomillo en la sal aprendí aqui, en Portugal. El principal profesor, crítico y consumidor  es mi marido. Así que para cualquier tipo de reclamacion, por favor, dirigirse a él.


 

 

Ingredientes:
1 solomillo de res (esta vez fue de 1,7 kg)
1 kg de sal gruesa
Y…nada maaaaaaaaaaas!
Precalentamos el horno a 190° C
Primero preparamos el solomillo. Lo lavamos bien. La parte de arriba, que tiene grasa, la cortamos en líneas transversales. La bandeja de horno la forramos con papel de aluminio.  La parte de brillo siempre siempre sempre debe ir para dentro, donde tendrá contacto con la comida y la parte opaca para fuera, donde el contacto será con la bandeja. La mitad de la sal la ponemos en la bandeja forrada; sobre ella ponemos el solomillo, con la parte de carne hacia abajo y la parte de grasa hacia arriba, encima ponemos el resto de la sal y envolvemos bien en el papel de alumínio.


 
Lo llevamos al horno por 1 hora y media. Leí en algún lugar, que por cada kilogramo de carne, debemos hornear una hora…no sale, siempre es mejor dar menos tiempo, que más, porque si dejamos más tiempo en el horno, la carne saldrá seca y dura.
Apagué el horno y  dejé la pieza diez minutos más  reposando. Retiré la capa de sal y raspé con un cuchillo el exceso de esta (al gusto). Lo corté en rebanadas medianas y lo serví bien caliente. Salió espectacular. Una carne sabrosa, jugosa y bien hecha! No le falta ni le sobra nada!
Se sirve con una ensalada, arroz blanco y potaje de frijoles negros, a la cubana. DIVINO!!!!

 

 


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