Creo, que no hay un lituano, que no le guste de gelatina de carne. Hoy, con dietas, redietas y mil veces dietas… los jóvenes dejan de comer cosas de este tipo. Pero nosotros crecimos con su sabor, era plato por excelencia para adornar las mesas durante las fiestas y bodas, las cocineras competían caldo de quien es más traslucido y sabroso. Era comida de días especiales…
Ingredientes:
500 gr de patica de puerco sin
piel
500 gr de oreja de puerco
500 gr de lengua de puerco
1 cebolla grande
3 dientes de ajo
3 zanahorias medianas
Sal, laurel, granos de pimienta
a gusto
Primero lavamos bien
la carne y ponemos a hervir. Dejamos que hierva unos tres- cuatro minutos, botamos
el agua, volvemos a lavar bien la carne, y volvemos a poner a hervir con
abundante agua. Agregamos cebolla, zanahoria, ajo, pimienta, laurel y sal.
Dejamos cocinar en candela baja hasta que la carne sea muy blandita y se desprenda
de los huesos. Sacamos la carne y las zanahorias del caldo y dejamos a
enfriarse. Deshuesamos la carne, picamos en pedacitos medianos, picamos las
zanahorias, colamos el caldo, volvemos a juntar caldo, carne y las zanahorias y
volvemos poner a la candela. Regulamos la sal. Al primer hervor apagamos
candela y echamos el preparado en las formas, o recipiente, donde dejaremos a gelificar, esperamos que refresque y ponemos
en la nevera. Dentro de nevera la gelatina de carne puede estar unos cuatro –
cinco días.
Se sirve acompañada
de patatas hervidas. Hay quien agrega rábano picante, mostaza, mayonesa, en
casa de nosotros es costumbre echar encima unas cucharaditas de vinagre…
mmmmmmmmm…..
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