viernes, 22 de noviembre de 2013

Calabaza seca


Las lituanas somos campeonas en conservar, secar, guardar para el invierno. Frutas, vegetales, setas. Todo es  recogido, consumido, pero también guardado para los meses de frio y nieve. Yo crecí en los tiempos, cuando todos tenían pequeñas huertas, sin importar ni donde ni como vivían, cuando las mejores vacaciones pasábamos en el bosque recogiendo frambuesas, arándanos y setas. Y claro está, de mal humor, pero sin chistar íbamos a desyerbar surcos sin fin de patatas, remolachas y zanahorias.
Recuerdo la casa de mi abuela oliendo a manzana. Tiras larguísimas de ellas cortadas en rueditas, colgaban de un hilo al lado de estufa. No teníamos caramelos ni chocolates, pero si estábamos obligadas de comer peras, manzanas o ciruelas secas. Pensando bien, crecimos mucho más sanos y fuertes, no necesitábamos vitaminas a puñados, hasta con el clima  adverso. No había ni Pepsi ni Cola, pero la tradición de zumo de manzana todavía Evi y yo la manteníamos todos los años…y cuando no lográbamos de tomarlo todo…usábamos para cocinar.
Hace días estuve pensando que hacer con la inmensa calabaza, que me estaba sonriendo desde un rincón de mi cocina. No quería picarla…y al no poder usar toda enseguida correr el riesgo de perderla…. Eh! La receta perfecta para quien gusta de frutos secos, para quien se preocupa por la salud suya y de los suyos.

Ingredientes:
4 kg de calabaza picada
800 g de azúcar
2 naranjas
2 limas
1 cuchara de canela
Picamos la calabaza en pedacitos. Los míos eran más o menos de 1 cm x 3 cm. No hace falta hacer iguales ni mucho menos. Ponemos en un recipiente grande, echamos el azúcar, tapamos y dejamos por 12 horas. Pasado el tiempo colamos el líquido y dejamos los pedacitos de calabaza aparte. Al liquido agregamos la canela, el zumo de las dos naranjas y de las limas y ponemos a hervir unos 10 minutos, vertemos sobre los pedacitos de calabaza, tapamos y volvemos a olvidarnos de ellos durante las siguientes 12 horas. Yo empecé a preparar un día de mañana, por la noche herví el zumo (su cantidad me asombro, de los cuatro kilos salieron más de dos litros) y deje toda la noche. A la mañana siguiente puse todo, calabazas junto con el zumo, a hervir. No hace falta mucho, desde que empiece el hervor, unos cinco minutos, para que los pedacitos de calabaza no se ablanden. Los cole, los seque con las toallitas de papel y puse a secarlos en el horno.  La temperatura del horno debe ser 90 – 100 ° C, se pone la función con ventilador, se deja la puerta un poquitico abierta, para que salga el vapor. Seque 5 horas….
Bueno, a las cuatro horas ya estaban, como para chuparse los dedos…el catador principal hizo unos cuantos viajes entre el salon y la cocina para rellenar el plato… No hacía falta preguntar si gustó o no… Son realmente ricos. Se puede pasar por el azúcar glasé, pero creo que no hace falta, azúcar adicional…calorías demás…para qué?

 

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