Las lituanas somos campeonas en
conservar, secar, guardar para el invierno. Frutas, vegetales, setas. Todo
es recogido, consumido, pero también
guardado para los meses de frio y nieve. Yo crecí en los tiempos, cuando
todos tenían pequeñas huertas, sin importar ni donde ni como vivían, cuando las
mejores vacaciones pasábamos en el bosque recogiendo frambuesas, arándanos y
setas. Y claro está, de mal humor, pero sin chistar íbamos a desyerbar surcos
sin fin de patatas, remolachas y zanahorias.
Recuerdo la casa de mi abuela
oliendo a manzana. Tiras larguísimas de ellas cortadas en rueditas, colgaban de
un hilo al lado de estufa. No teníamos caramelos ni chocolates, pero si
estábamos obligadas de comer peras, manzanas o ciruelas secas. Pensando bien,
crecimos mucho más sanos y fuertes, no necesitábamos vitaminas a puñados, hasta
con el clima adverso. No había ni Pepsi
ni Cola, pero la tradición de zumo de manzana todavía Evi y yo la manteníamos
todos los años…y cuando no lográbamos de tomarlo todo…usábamos para cocinar.
Hace días estuve pensando que
hacer con la inmensa calabaza, que me estaba sonriendo desde un rincón de mi
cocina. No quería picarla…y al no poder usar toda enseguida correr el riesgo de
perderla…. Eh! La receta perfecta para quien gusta de frutos secos, para quien
se preocupa por la salud suya y de los suyos.
Ingredientes:
4 kg de calabaza picada
800 g de azúcar
2 naranjas
2 limas
1 cuchara de canela
Picamos la calabaza en
pedacitos. Los míos eran más o menos de 1 cm x 3 cm. No hace falta hacer
iguales ni mucho menos. Ponemos en un recipiente grande, echamos el azúcar,
tapamos y dejamos por 12 horas. Pasado el tiempo colamos el líquido y dejamos
los pedacitos de calabaza aparte. Al liquido agregamos la canela, el zumo de
las dos naranjas y de las limas y ponemos a hervir unos 10 minutos, vertemos
sobre los pedacitos de calabaza, tapamos y volvemos a olvidarnos de ellos durante
las siguientes 12 horas. Yo empecé a preparar un día de mañana, por la noche
herví el zumo (su cantidad me asombro, de los cuatro kilos salieron más de dos
litros) y deje toda la noche. A la mañana siguiente puse todo, calabazas junto
con el zumo, a hervir. No hace falta mucho, desde que empiece el hervor, unos
cinco minutos, para que los pedacitos de calabaza no se ablanden. Los cole, los
seque con las toallitas de papel y puse a secarlos en el horno. La temperatura del horno debe ser 90 – 100 °
C, se pone la función con ventilador, se deja la puerta un poquitico abierta,
para que salga el vapor. Seque 5 horas….
Bueno, a las cuatro horas ya
estaban, como para chuparse los dedos…el catador principal hizo unos cuantos
viajes entre el salon y la cocina para rellenar el plato… No hacía falta
preguntar si gustó o no… Son realmente ricos. Se puede pasar por el azúcar
glasé, pero creo que no hace falta, azúcar adicional…calorías demás…para qué?
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